No hay ninguna norma legal que obligue a tener un sello de la empresa. Sin embargo, en la práctica tener sello nos va a hacer llevar de forma más fácil el negocio. En muchos formularios o en las facturas hay un espacio para poner el sello de la empresa. Gracias a esto podemos ahorrar mucho tiempo. El sello es también importante para poder contratar la cuenta bancaria de la empresa. En el caso de que no tuviéramos sello podríamos tener problemas e incluso que nos rechacen la apertura de la cuenta. Gracias al sello nuestra empresa va a mostrar más profesionalidad. En el sello incluiremos:
– el nombre completo de la empresa (incluyendo el nombre y los apellidos del empresario)
– la dirección de la sede de la empresa
– también podemos incluir el número de teléfono, la dirección de correo electrónico o la página web
– el número REGON y el NIP. El NIP es útil sobre todo cuando hacemos compras y pedimos una factura de IVA.
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